El ajedrez mágico

Diego Araya

Había una vez un niño que se llamaba Falebor y solamente tenía 2 años, le encantaba jugar ajedrez, era súper bueno, ya había participado en 6 torneos de ajedrez y 4 de ellos los había ganado, incluso estaba postulando para Los Records Guinness, Falebor tenía una gran colección de tableros de ajedrez, algunos tableros con piezas y otros tableros sin piezas por la simple razón de que su perro se había comido algunas, y su tablero no podía estar incompleto encima de el estante que tenía todos los tableros, un día a su mamá le pidió que compraran un nuevo estante porque ya no le cabían más tableros de ajedrez en el que tenía, y también quería comprarse un ajedrez mágico que vendían que por solo decir que pieza del tablero es y adonde moverla, entonces el tablero escuchaba las indicaciones y movía la pieza adonde tú la dirigiste, fueron a comprar el mueble y también el tablero mágico, llegaron a su casa la mamá puso el estante en la sala de estar y Falebor instaló su ajedrez y de inmediato se puso a jugar, dijo un movimiento y cuando la pieza se movió sucedió en ese mismo instante un accidente, a su mamá se le dio vuelta el estante, pero por suerte no le cayó encima, luego movió otra y se quemó y mientras jugaba iba anotando las jugadas que hacía, luego sintió el olor a quemado y fue a ver, y vio que se le estaba quemando el estante nuevo, y como tenían alfombra el fuego, paso a la alfombra, y rápidamente antes que llegara a quemarse toda su casa le tiró agua y no pasó nada no se apagó, entonces como no sabía como apagar el incendio se desespero tanto que boto la segunda pieza que movió en el tablero, y el incendio se apagó, luego el arreglo las piezas y el incendio de nuevo había empezado a crearse pero chico y en vez de ir donde Falebor fue a otra parte, y Falebor empezó a jugar ajedrez mágico más rápido que nunca y estaba a punto de dar Jaque Mate y si hacía jaque Mate su casa se derrumbaría como último accidente, y justo cuando quedaba la última jugada hubo un temblor en la casa de Falebor y se cayó el mueble, la tele, etc., y paró porque se había dado cuenta que lo que estaba pasando era culpa de su ajedrez, entonces se le ocurrió la idea de que si retrocediera todas las jugadas que hizo se arreglaría todo y justamente estaba en lo cierto, y se acordó de que había anotado todas sus jugadas en un papel y empezó a retroceder las jugadas, todo empezó a arreglarse y volvió todo a la normalidad, y en vez de destruir ese ajedrez lo puso en su estantería y las piezas que tenía se las pasó a su perro y pronto su perro las hizo desaparecer todas, nunca más se volvió a comprar ningún ajedrez mágico más, y su mamá estuvo siempre orgullosa de su hijo quien era muy buen jugador de ajedrez y que también le había salvado la vida porque en uno de los millones de accidentes que hubieron gracias a ese ajedrez hubo una fuga de gas y gracias a esa fuga su mamá había quedado inconsciente y no pudo ayudar a su hijo en los accidentes que pasó Falebor y que obviamente no se dio cuenta porque nunca paró de jugar ajedrez en su ajedrez mágico.