La Apertura

En ajedrez se denomina apertura a la fase inicial del juego, en la que se procede a desarrollar las piezas desde sus posiciones iniciales. Las tres fases de una partida de ajedrez son: apertura, medio juego y final. Las secuencias de movimientos iniciales reconocidas se conocen como aperturas o defensas y se le han dado nombres como: la Apertura española, la Defensa siciliana y el Gambito de Dama Declinado. Hay docenas de aperturas diferentes que pueden variar ampliamente desde el punto de vista del carácter, desde el juego posicional (p.ej. la Apertura Reti y algunas líneas del Gambito de Dama) hasta líneas de táctica salvaje (como el Gambito Letón y la Defensa de los dos caballos).

La apertura es un elemento fundamental en el ajedrez. Una apertura sólida permitirá consolidar posiciones ventajosas; por el contrario, la debilidad en la apertura difícilmente podrá ser compensada en el posterior transcurso del juego.

En la actualidad la apertura está ampliamente estudiada (en algunos casos hasta la jugada 20 o más), hasta el punto de que en muchas partidas los primeros movimientos se realizan de forma automática de acuerdo con la teoría de aperturas establecida. Una secuencia de movimientos de la apertura que se consideran estándar (a menudo catalogados en un trabajo de referencia como la enciclopedia de aperturas de ajedrez se conocen como "movimientos de libro". Estos trabajos de referencia a menudo presentan estas secuencias en simples árboles de apertura en notación algebraica o tablas de teoría. Un nuevo movimiento en la apertura se conoce como una "novedad teórica". Cuando una partida se empieza a desviar de la teoría de aperturas conocidas, se dice que los jugadores se "salen del libro". En algunas líneas de apertura, los movimientos considerados mejores para ambos bandos han sido calculados para veinte o veinticinco movimientos o más. Los jugadores profesionales pasan años estudiando las aperturas y continúan así durante toda su carrera, según continúa evolucionando la teoría de aperturas.