Gambito Evans



Es una apertura de ajedrez. Se caracteriza por los movimientos (en notación algebraica):

1.e4 e5 2.Cf3 Cc6 3.Ac4 Ac5 4.b4 Axb4

 

La idea del Gambito Evans es sacrificar el peón de b en b4 para atraer allí al alfil negro, y tras c3 se gana un tiempo para formar un poderoso centro móvil, con d4, para atacar el flanco de rey. Además, con la desaparición del peón de b el alfil de casillas negras tiene una vía de ataque en la diagonal a3-f8. La desventaja, como en todos los gambitos, es el peón de menos que puede ser decisivo si se llega a un final apretado.

Este sacrificio permite a las blancas una ventaja en el desarrollo, un dominio total del centro, así como una columna abierta que da movilidad a las torres y al alfil de casillas negras. 

En realidad, es una continuación de la Apertura italiana, donde las blancas entregan el peón de b4 a cambio de ataque e iniciativa.

Existen dos modos correctos de luchar contra el Gambito Evans aceptándolo, por un lado y declinándolo, por otro, pero, seguramente, lo mejor contra el Gambito Evans es la defensa Lasker.

Esta apertura fue creada por un capitán de barco llamado William Davies Evans (1790-1872), oriundo de País de Galés. Evans era un jugador de alto nivel, pero que apenas frecuentó los círculos ajedrecísticos. Su profesión le obligaba a estar casi todo el tiempo en el mar realizando largos viajes.

El gambito Evans revolucionó el mundo del ajedrez, por su belleza y atrevimiento fue utilizada por todos los jugadores románticos. Llegó a ser definida como: "un regalo de los dioses a un mundo languidecente".

Hay una versión que desvela que Evans inventó este gambito por casualidad. El capitán jugaba una partida dentro de su barco en uno de sus viajes. Tenía decidido mover el peón a la casilla b3, pero un golpe de mar hizo que el tablero se moviese y el peón se desplazase a b4. Tras reflexionar un rato, Evans decidió no rectificar el movimiento  porque le parecía mejor que b3. No es seguro que esta leyenda sea cierta.

Sin duda una de las aperturas más populares de la época clásica. Junto con el gambito de rey, una de las armas favoritas de la escuela romántica de ajedrez. Algunas de las partidas más famosas de la historia, como la siempreviva, son un Gambito Evans. Se trata de un gambito muy peligroso, y que si las negras no conocen caen con facilidad en posiciones perdidas; ya que existen respuestas adecuadas. Cualquiera jugador de Giuoco piano debe de estar preparado para entrar en el Gambito Evans.

Como todos los gambitos, las negras pueden aceptarlo o declinarlo. En el Siglo XIX estaba mal visto declinar un gambito, de hecho si un jugador no tomaba el peón era abucheado por los aficionados que hubiese en la sala. Muchos son los que añoran esos tiempos donde se luchaba en el tablero, hacer tablas era algo casi indigno.